La fisioterapia neurológica, además de ayudar al paciente con técnicas especializadas, también le aporta una serie de conocimientos encaminados a mejorar la realización de distintos movimientos, a controlar la postura, mejorar la marcha y la autonomía, reducir la fatiga y los temblores, etc. Todo ello ayuda no solo a mejorar la calidad de vida del paciente, sino también la de sus familiares y cuidadores.